Mi pasión por aprender y comprender que gran parte de la Belleza de la vida está en compartir aquello que te apasiona ha hecho que me acerque a la cultura y al conocimiento con un doble objetivo, mi enriquecimiento personal y el de aquellos que comparten conmigo estas inquietudes. Tantos años desarrollando esta vocación me lleva a no saber cómo definirme profesionalmente. 

Soy profesora de Humanidades pero necesito traspasar sus límites para no quedarme en la mera transmisión de información; soy agente cultural porque promuevo la cultura en todos sus aspectos, sin embargo no intervengo de forma directa en el mercado del arte y la cultura; soy coach cultural porque acompaño a todos quiénes se acercan a mi con ganas de conocer, asombrarse y crecer a través de las Humanidades; soy diseñadora cultural porque pongo la creatividad a disposición de cualquier posible experiencia cultural que me permita seguir aprendiendo y compartiendo... Profesionalmente, tengo muchos perfiles y ninguno en concreto. 

En fin, que sin saber qué nombre ponerme, lo que si sé es que el arte, la cultura y el conocimiento son herramientas que tenemos a nuestra disposición para conocerlas y mucho más importante, para conocernos. El arte y la cultura te permiten pasar de lo más físico a lo inmaterial. Despiertan emociones y sentimientos que bien canalizados tienen un potencial enorme. Te permiten elevarte y pasar a una dimensión espiritual. Sólo así, cada uno podrá diseñar un proyecto de vida propio y auténtico, capaz de acercarte a la plenitud.